Las cuatro patas de un perro trabajan de manera coordinada pero a veces las piernas no funcionan como deberían o el sistema nervioso central no se comunica adecuadamente con la cabeza, el cuerpo o las piernas. La ataxia en perros hace que se tambalee y tenga problemas para moverse. Este movimiento anormal descoordinado se llama ataxia, y hay tres causas generales en los perros. Saber más sobre este movimiento anormal ayudará a un dueño de perro a reconocer mejor estos problemas si se producen.
¿Qué es la ataxia en perros?
Hay tres causas principales de la ataxia que puede ocurrir en los perros, pero todos afectan a su capacidad de movimiento.
- Problemas de propiocepción: La propiocepción es el sentido innato de saber dónde están sus extremidades. Una falta de propiocepción puede resultar en ataxia. Este tipo de ataxia suele ser el resultado de un problema de la médula espinal, como un tumor, un disco protuberante o un problema nervioso.
- Síndrome vestibular: Tener que ver con la capacidad de un perro para equilibrar, el síndrome vestibular es el resultado de un problema de oído interno o problema cerebral que hace que un perro a estar mareado y tener un tiempo difícil caminar.
- Problemas cerebelosos: Los problemas cerebelosos, como tumores, enfermedades inflamatorias o defectos congénitos, ocurren en la parte del cerebro llamada cerebelo y pueden causar ataxia. Esta causa de ataxia a menudo aparece como una zancada exagerada o hiperextendida.
Un perro tiene una forma distinta de caminar y si esta marcha normal cambia repentinamente, esto podría ser un signo de ataxia. Algunas veces los temblores de cabeza y nistagmo (contracción rápida de los ojos) también se pueden ver con ataxia.
La incapacidad de colocar adecuadamente un pie en el suelo al caminar es otro signo de ataxia. Esto puede resultar en un perro nudeando sus pies y arrastrando sus dedos del pie en el suelo. Dado que un perro con ataxia está teniendo dificultades para saber exactamente dónde están sus pies, es incapaz de voltearlos y caminar sobre ellos normalmente para que pueda causar daño a los pies a medida que raspan en el suelo.
Por último, algunos perros con ataxia no nudillos los dedos de los pies, pero su colocación del pie es exagerada. Esto es similar a una persona que tiene problemas de percepción de profundidad o no se da cuenta de que hay un paso hacia abajo y da un paso grande y exagerado para llegar al suelo.
Dado que la ataxia es sólo un síntoma de una enfermedad subyacente, usted debe tener su perro examinado por su veterinario para descartar cualquier problema potencial que podría estar causando.
Tratamiento de la ataxia en perros
El plan de tratamiento para la ataxia depende de la causa subyacente. Proporcionar nutrición suplementaria con calcio, potasio, glucosa o vitaminas del grupo B puede estar justificado por deficiencias de estos nutrientes, medicamentos pueden ser administrados por toxicidades, inflamación e infecciones, y otros síntomas específicos pueden necesitar ser tratados dependiendo de la razón de los movimientos difíciles.
Algunas veces, la cirugía para extirpar tumores o corregir anormalidades puede incluso ser necesaria.
Aparte de tratar la razón subyacente de la ataxia, la rehabilitación física también puede ser un buen aliado para su perro.
Cómo prevenir la ataxia
Por desgracia, no hay manera de asegurar la ataxia en perros nunca se produzca, pero se puede disminuir la probabilidad de que ocurra como resultado de algunas enfermedades y toxicidad. Prevenir las infecciones del oído mediante la limpieza regular de las orejas de su perro y mantener los medicamentos fuera del alcance de su perro son dos maneras que usted puede ayudar a prevenir estas cosas de causar ataxia en un perro.
Causas de la ataxia
Las causas de la ataxia varían dependiendo del tipo.
- Problemas de la médula espinal como: tumores, trauma, inflamación, embolia, y anormalidad estructural.
- Infecciones del oído interno o medio.
- Infección de las vértebras o discos.
- Enfermedad vestibular.
- Hipotiroidismo.
- Traumatismo craneal.
- Tumores en la cabeza Infecciones que afectan el cerebro o el tronco encefálico, como el virus del moquillo canino.
- Inflamación que afecta al cerebro o tronco cerebral.
- Deficiencia de tiamina.
- Intoxicación por metronidazol.
- Cambios o anomalías en el cerebelo.
- Anomalías en el recuento de glóbulos rojos.
- Niveles bajos de calcio, potasio o glucosa.
- Problemas de circulación sanguínea, como enfermedad cardíaca Enfermedades respiratorias.